Martes 16 de enero de 2018
Ciudad de México
José Alfredo Otero
ADN Magallanero
Después de los dos últimos 22 de diciembre, 2017 y 2016, los Navegantes del Magallanes, parecían enrumbados, hace dos años hacia la clasificación, luego de barrer a los Bravos de Margarita, en la Isla y después sólo pudieron ganar uno de cuatro, para quedar eliminados en la campaña 2016-2017, tan solo por un partido.
En la temporada 2017-2018, ya estaba clasificado, desde el 15 de diciembre de 2017 y venía de dejar en el terreno a los Tigres de Aragua, con jonrón, con tres en bases de Endy Chávez, pero de ahí, para abajo los turcos perdieron 11 de 13 juegos, ocho donde más vale y cuestan en enero, cuatro en el playoffs ante Caribes de Anzoátegui e igual número en la semifinal ante Cardenales de Lara, para ser barrido, por primera vez en una serie a siete juegos, para ganar cuatro desde la final de la zafra 92-93, por la Águilas del Zulia.
La repentina parada de José Flores e Ismael Guillón, los viajes por la época decembrina y de fin de año, que aunque se lo merezcan, estén en sus contratos o sean avisados, con anticipación, terminaron afectando así no se haya querido o no haya sido la intención, la sorpresiva baja Adonis García, desde el 27 de diciembre porque los Bravos de Atlanta, vendieron su contrato al béisbol de Corea, también la repentina e inesperada caída de Alex Sanabia, el as en la rotación en ese momento, al igual que de Hassan Pena, quién lamentablemente no pudo cerrar ese día en el Universitario, ni en su siguiente oportunidad en Puerto La Cruz, en playoffs, lo que le costó momentáneamente su puesto como cerrador eléctrico, ya que considero debe ser siendo parte del cuerpo de relevistas del navegante.
Las decisiones tomadas desde el draft, incluso desde antes y en especial desde el inicio del playoffs, la lesión de Andrés Eloy Blanco, que ninguno de los abridores pudiera completar al menos cinco actos en un juego, aún con el bullpen navegante, el corrido de base en el tercer juego del playoffs, la lesión de Edwar Cabrera, la partida por asuntos personales de Mark Serrano, el no poder dar los batazos oportunos en los tres primeros juegos de la semifinal, se juntaron, para la eliminación de los bucaneros y que no fue antes por lo benévolo de las condiciones de campeonato de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, sin claro está desmeritar lo hecho por loa aborígenes y los pájaros rojos, ganadores en buena lid, aunque, con todo y eso se lucharon todos los juegos de enero, como se hizo en la mayoría de los partidos a lo largo y ancho de la travesía del certamen, desde el 14 de octubre de 2017, precisamente ante Cardenales en el estadio José Bernardo Pérez, donde hoy nos tocó naufragar.
Además soy muy creyente en la cábala y la superstición y en esos dos últimos diciembre, me ha pasado algo, con el celular, en el primero, me quedé sin plan y no pude seguir el juego del 29 de diciembre de 2016, donde nos eliminó la tribu, de lo cual me enteré tristemente al llegar a la casa y conectarme al wifi por el grupo de Whatsapp de ADN Magallanero y en el más reciente se me dañó la pantalla justo el 27, cuando trataba de confirmar la contratación de Dustin Martin, desde ahí también empezaron las cosas mal, para mí y mis creencias, como las que sé tiene algunos magallaneros como mi primo José Hilario Martínez y mi pana el tocayo José Carreño.
Como escribió Pelé en su autobiografía “la regla principal de todo deporte y de la vida: saber aceptar la derrota…para tener éxito es necesario saber cómo hacer frente a los desafíos. Tanto en el deporte como en la vida, hay victoria y hay derrotas”.
Hoy a los filibusteros nos tocó perder y lo aceptó, triste, como me dijo mi papá que está, cuando hablamos después de los comentarios finales del juego y como de seguro deben estar la legión de magallaneros en Venezuela y el mundo, espero que después de esta barrida larense, el resultado de la 2018-2019, sea como el de la 93-94, luego de la barrida aguilucha en la 92-93, para eso considero los marinos deben contar con picheo abridor criollo, como entre el 94 y 2014, lo hicieron, con Juan Carlos Pulido, Juan Francisco Castillo, Ramón García, Edgar Ramos, Rubén Quevedo, Johan Santana y Carlos Zambrano, quienes en 20 años fueron clave en seis de los 12 campeonatos por los piratas hasta ahora en sus 100 años de historia, bien sea por la vía de los cambios o de la paralela, aunque por la situación de los lanzadores, especialmente a los que pertenecen a las organizaciones de Grandes Ligas, la primera opción luce más viable.
Para recibir lanzadores criollos de calidad se debe entregar también talento de la calidad y en el pasado a los Navegantes esto le ha funcionado como, con Pulido y Zambrano, y Magallanes lo tiene. Quizás en los próximos días o meses, se anuncie el arribo al barco de un pitcher criollo, considero se debería buscar más de uno y en el próximo concurso arriesgarse y darle la bola, para abrir a lanzadores como Jesús Zambrano, Enderson Franco, Flores, Guillón, Darwin Ramos, Julio Vivas, Serrano, repetir a Frankie De la Cruz, quien fue el número uno de la rotación hasta noviembre, igual a Sanabia, Cabrera, ya que está más que demostrado que en Venezuela se gana con picheo de base criolla y apoyo importado. Y sin contar, con los novatos y los prospectos, para las primeras de cambio, ni para final de campaña y menos, para unos hipotéticos playoffs. También tratar de que Luis Madero, lance. Y buscar el retorno de Mitch Lively, Drew Gagnon y de John Lamb.
Tratar que la receptoría esté cubierta desde el primer día de play ball por un cátcher de experiencia como Juan Apodaca, más jóvenes, con un año más de experiencia como José Briceño, Luis Torrens, Ricardo Valencia y René Pinto, mientras se incorpora Jesús Sucre.
En la primera base se debe buscar sustituto, para Mario Lissón, tal vez Samir Dueñez, luzca como el candidato principal, para eso, pero tanto su juventud, estatus y proyección pareciera atentar en contra de eso, aunque también está la opción de Josmil Pinto, quien ya debió pagar su suspensión y debería estar desde las prácticas de cara a la 2018-2019. También podría llegar alguien vía cambio.
En la segunda base, se debería contar, con el regreso de Luis Arraez, tanto, para la intermedia como, para el primer bate. También, considero estarían Blanco, Ronny Cedeño, José Martínez, Luis Rengifo, Gyoskar Amaya y Yolberth Gideón, igual para la tercera base los cinco últimos. Y ver si vuelve a jugar José Peraza.
El campo corto en este momento luce destinado para Rayder Ascanio, con Humberto Arteaga, Blanco, Cedeño, Arraez y Rengifo y algún jugador que podría también llegar vía cambio, que sé es magallanero y quiere jugar, con Magallanes.
En los jardines se espera la recuperación de José Tabata, para quien va mis respetos, por el esfuerzo que hizo de jugar lesionado y tocado y que sea el de la 2016-2017 y parte de la 2017-2018, se debería repetir a Jesús Valdez, firmando su contrato de una vez , también buscar el regreso de Frank Díaz, quien ha rebajado 10 kilos, está jugando en el central en la Liga Estatal de Quintana Roo y quien quiere jugar a diario en los jardines en la Liga Mexicana de Béisbol en 2018 y no ser solamente bateador designado, más mantener y ratificar a Alberth Martínez en centerfield, darle mayor tiempo de juego a Miguel Aparicio, probar a Rengifo, tratar de que juegue José Azocar, para ver si puede ayudar y ver si los Orioles dejan jugar a Anthony Santander y si Endy Chávez, continúa un año más o no.
El relevo debe mantenerse y ver que piezas sumarse además de ver cuales pueden pasar a ser abridores. Están los brazos, tanto, para el intermedio, como para la parte final de los juegos, en especial, con Franco, José Ruiz, esperemos que sin limitaciones, Flores, José Mijares, Pena, Deolis Guerra, desde que se sume y Pedro Rodríguez, quien debería estar desde el principio. Más Carlos Alvarado, José Castillo, esperemos que también sin limitaciones y Luis Rico.
Con respecto al manager, regresa la disyuntiva, si repiten a Omar Malavé, quien lo hizo bien en la eliminatoria, pero que considero coloco su cargo a la deriva por sus decisiones desde el primer juego de la postemporada, aunque como en la ronda regular la banca era escasa, algo que se viene arrastrando desde la 2016-2017, con la bajada del barco por la vía libre de jugadores como: Luis Domoromo, Luis Nuñez, Abel Nieve y Gustavo Molina, además de todo lo escrito en el tercer y cuarto párrafo.
Si bien antes de Omar, hubo dos opciones en Manny Acta y Tony Peña, que no se dieron por distintas causas, hay que ver si la gerencia ratifica a Malavé, va por un importado, ya me nombraron a Buddy Bailey, como opción y no es tan descabellada, porque en la 2013-2014, estuvo cerca de subirse a la nave o se atreven a darle la oportunidad a Ramón Hernández, ya que dudo que en estos momentos se la den a Clemente Álvarez, Álvaro Espinoza, Edgardo Alfonzo o Wilfredo Romero, aunque uno nunca sabe. Considero que el resto del cuerpo técnico debe mantenerse.
Foto: AVS – LVBP.