Sábado 26 de mayo de 2018
Ciudad de México
José Alfredo Otero
ADN Magallanero
Insisto en mi creencia que se debe escribir de lo que se ha visto y vivido, de lo que se recuerda, con el permiso y mucho respeto de y para la historia y los historiadores, y como una vez me escribió mi pana desde la infancia Carlos Enrique Weffe, en un chat donde debatíamos al respecto, siempre recuerdo su: “Esa es la mejor forma de escribir y hacer historia”.
Y escribiendo de historia y a propósito de las interacciones generadas por el más reciente cambio hecho por los Navegantes del Magallanes, el de Alexander Torres, decidí escribir de los que considero han sido los mejores cambios que recuerdo han realizo los turcos.
Popularmente se dice en el béisbol que los cambios se evalúan y miden al largo plazo, en la contribución e impacto que pueden tener los mismos en el equipo. También está la postura de que los cambios se realizan para obtener resultados y ganar al corto plazo como dice siempre el tocayo José Luis Oviedo.
Considero que en los cambios esos parámetros van desde que el pelotero juega con su nuevo conjunto, en caso de hacerlo y cómo influye en ganar campeonatos, como considero lo hicieron estos:
Juan Carlos Pulido: Inolvidable las salidas del zurdo en finales, en especial en las de juegos cruciales donde los eléctricos no tenían mañana como el sexto y séptimo de las finales 93-94 y 95-96, respectivamente, donde el siniestro fue largo en cada uno con ocho y siete actos, respectivamente nada más y nada menos que en blanco.
Álvaro Espinoza: En las finales 93-94 y 95-96, jugó con fiebre y fracturado, respectivamente y lo segundo es casi imposible de volver a ver en el béisbol actual, aún recuerdo como sufrió desde el dogout el quinto juego de la final 95-96, aunque desde ahí fue motivo de inspiración para sus compañeros y de ahí en el terreno en los juegos seis y siete, todavía recuerdo los regaños a Carlos El Tapón Hernández y Melvin Mora, después de sus errores en último juego de la final 95-96. También cuando les mandó a quitar las franelas de campeones 95-96, en el noveno capítulo, como nos recordó el tocayo José Carreño.
Luis Raven: A pesar de no arribar al navegante en cambio sino en compra, fue clave a punta de batazos en los campeonatos 93-94 y 95-97, incluso hasta corriendo como con el robo de base y la carrera anotada desde tercera base, luego de un wild pitch en el séptimo de la final 93-94, que significó si mal no recuerdo ni me equivoco ni la memoria no me falla, significó el 4-3 parcial con que los bucaneros se fueron arriba, ventaja que no perderían sino más bien aumentaran hasta el 10-3 final.
Juan Rivera: Tardó en rendir frutos y considero que pudo haberlo hecho más, pero a punta de batazos, en especial jonrones, incluso con defensiva como con la jugada en el jardín derecho en el cuarto juego de la final 2012-2013, y el tiro a segunda en el séptimo partido de la misma final, para hacer out a César Izturis.
Deolis Guerra: Llegó como abridor y gran prospecto, rol en que se mantuvo hasta la 2009-2010, pero a partir de la 2010-2011, pasó al bullpen, donde ha sido clave.
Mario Lissón: A punta de jonrones, no sólo se ganó la titularidad sino la idolatría de los magallaneros, inolvidable su jonrón en el todos contra todos de la 2012-2013, también el de la final de la misma zafra, y que escribir de la campaña 2013-2014.
Amalio Díaz: Fundamental en el relevo bucanero desde la 2012-2013, hasta la 2014-2015, como hizo falta en la final 2015-2016. Sorpresivamente se retiró del béisbol en 2018, con tan sólo 31 años.
Carlos Zambrano: El último as criollo en la rotación filibustera, y el único que ha abierto y ganado en dos finales consecutivas por los marinos y eso no lo hizo ni Pulido.
Foto: Pelota Binaria – Line Up.
Hermano y donde dejas a gerencia González..ese fue un caballo