Martes 23 de octubre de 2018
Caracas, Venezuela / Ciudad de México, México
Antonio Milano (@milanooliveros) / José Alfredo Otero (@jaoterom)
ADN Magallanero / @ADNMagallanero
No todo fue malo para los Navegantes del Magallanes, en la campaña 2008-2009, de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), bajo el mando en el timón de Nick Leyva, aunque desde el juego inaugural antes los Tiburones de la Guaira, en el estadio Universitario, se pudo presagiar lo que sería la misma con la forma de jugar de Nick, con toques de bolas, boletos intencionales y hasta bostezos del dirigente durante los partidos.
Algunos, por no escribir muchos acusan al manejador de haber arribado a los turcos, para llevarlos al naufragio por la vía de los cambios, pero el 23 de octubre de 2008, se produjo sin duda uno de los mejores que han hecho los eléctricos en los últimos 10 años.
Hace una década los eléctricos abordaban al autobús para dirigirse del hotel al estadio Alfonso Chico Carrasquel, cuando Leyva, le anunció a Tomás Pérez, quien la noche anterior había sido el héroe del triunfo navegante ante Caribes, con jonrón con las bases llenas, que no podía subir al bus porque había sido cambiado, lo que sorprendió a más de uno, incluido al propio jugador, y también a los presentes por lo que pasó en ese momento y no sólo por el movimiento precisamente.
Posteriormente Pérez, declararía que Leyva lo había mandado a cambiar, y en esa transacción arribó a los bucaneros un joven Deolis Guerra, quien no había debutado en la LVBP, pero que ya era conocido por haber estado involucrado en el cambio de Johan Santana de los Mets a los Mellizos.
En su momento se dijo que el lanzador derecho quería cambio para los bucaneros y su eterno rival, a pesar de que cuando era muchacho, aunque considera que todavía es un muchacho, no era magallanero, pero confiesa que: “desde que llegué a esta organización se ganó mi corazón, mi vida, me encanta, la ciudad de Valencia, los fanáticos”.
Desde entonces han pasado 10 años y para Deolis “Las expectativas son las de estos 10 años, ser campeones, es el orgullo y satisfacción más grande después de tres meses de temporadas es lo mejor que le puede pasar a uno como pelotero”.
En esta década Guerra, admite: “Estos 10 años han sido de muchas experiencias bonitas con este uniforme”.
Sus tres primeras zafras con los filibusteros fueron como abridor, y se considera debió serlo en la final de la 2009-2010, pero desde su paso al bullpen en la 2011-2012, ha sido clave en el relevo marino, especialmente como preparador, incluso hasta cerrador.
10 años han pasado desde el cambio y lo único que parece haber perdido el pitcher es el cabello, ya que su efectividad se mantiene, tanto que cada vez que lanza, se debe tener listo el post o el tuit de Deolis siendo Deolis desde la 2008-2009, y con apenas 28 años, pareciera que seguirá dando guerra el D-War por al menos una década más, ya que “Gracias a Dios, me siento muy bien”.
Para cerrar la conversación como lo hizo el viernes 19 de octubre de 2018, ante las Águilas del Zulia, y como no hacía precisamente ante los rapaces desde la 2013-2014, pero en Maracaibo, envío “Un saludo a toda esa fanaticada que sigue nuestro béisbol, que nos sigan apoyando, al talento venezolano, que siempre estamos dando lo mejor de nosotros para ustedes”. Esa última vez fuimos campeones como nos recordó ese día el tocayo José Carreño.
Si bien Deolis no era magallanero, cuando fanático, pero quizás sin saberlo comenzó a serlo el mismo día que lo cambiaron por Santana, tal vez sin conocer que unos meses después lo cambiarían también a los piratas, con los cuales debutaría en diciembre de 2008, ante el eternos rival como hoy, pero en el estadio José Bernardo Pérez de la ciudad de Valencia. Y como cantaba Gustavo Cerati, con Soda Stereo, ya lo saben nada es casualidad.
Foto: AVS Photo Report