Recuerdo el anuncio del debut de Robinson Chirinos con los Navegantes del Magallanes por el circuito radiofónico de los turcos como jugador de cuadro, específicamente lo recuerdo como segunda base y también si la memoria no me falla ni me equivoco, igual de otro beisbolista de apellido Chirinos, hermano de Robinson.
Las oportunidades para el falconiano en el infield eléctrico no fueron muchas hasta que para la campaña 2009-2010, con la llegada de Carlos García como manager navegante, se anunció que el criado en Puerto Cabello se había convertido en receptor por pedido y/o recomendación de los Cachorros de Chicago, su organización en Estados Unidos en aquel entonces, quienes por la pérdida de velocidad en las piernas del jugador le sugirieron convertirse en cátcher, ya que además, de lo anterior desde el equipo también consideraron que con el cambio podría llegar a las Grandes Ligas.
De igual forma “El Almirante”, sorprendió al anunciar que el nuevo careta, sería su posición dos en el lineup diario y Robinson no sólo respondió detrás del plato sino que también del lado izquierdo del mismo y en especial a punta de jonrones, aún recuerdo el primero de ellos en esa temporada a tres cuartos de gradas del jardín izquierdo del estadio Universitario, según la narración de Carlos Feo, a través de Radio Caracas Radio, estaba en clase y los escuchaba por internet, nada más y nada menos que ante el eterno rival. El cuadrangular anterior significó el primero de por vida en la LVBP y con los bucaneros, al igual que de los 10 que conectaría en esa campaña, donde sorprendió a propios y extraños con sus batazos a las gradas y se transformó no sólo en uno de los artilleros principales de los filibusteros sino también clave en el funcionamiento de la rotación y del bull pen marino, que esa zafra estableció récord de victorias en su historia (41) y Jean Machí, ganó no sólo el premio Relevista del Año sino también el Pitcher del Año y de seguro algo tuvo que ver Robinson en eso.
Llegó el round robin y Chirinos siguió como cátcher navegante y mandando bolas a los bleachers, especialmente ante el acérrimo rival y en su cueva, llegó la final de ese certamen ante el eterno rival y el careta continuó su tónica ahora en el astillero de los Navegantes el estadio José Bernardo Pérez de la ciudad de Valencia. Hasta que se presentó la fatídica baja del noveno acto del cuarto juego de aquella instancia decisiva, con el jonrón de Gregor Blanco a Francisco “El Kid” Rodríguez, para empatar el partido y mandarlo a entradas extras, donde al llegar al plato se vaciaron las bancas y los bull pen por un gesto de Blanco hacia el dugout del Magallanes, que fue ocasionado por un intercambio de palabras con el pitcher del Magallanes Edward Mujica temprano en el juego, en el cual este último ofendió a Blanco, que con ese incidente terminó con la expulsión de varios jugadores entre ellos Robinson, quien era el tercer bate turco y le tocaba batear en la alta del décimo capítulo.
Aún recuerdo que después de un out, Reegie Corona, le conectó doble entre el jardín central y el derecho a Juan Carlos Gutiérrez, pero Chirinos no lo enfrentaría seguidamente, ya que fue botado del encuentro y cuando en lo particular esperaba que García enviara a batear a Salomón Manríquez, también receptor y de cierto éxito ofensivo ante lanzadores como Rodríguez o Gutiérrez, “El Almirante”, anunció sorpresivamente a Gustavo Molina, un buen receptor defensivo, quien si bien había conectado algunos jonrones en el parque de la Ciudad Universitaria en el pasado, no había consumido ni un turno en esa final y fue ponchado.
Todavía imagino a Robinson enfrentando a Gutiérrez en aquel turno y que hubiese pasado, al igual que me pregunto por qué García no mandó al plato a Manríquez u otro bateador como Carlos Colmenares, al menos que no hayan estado en el roster esa noche. Si bien los turcos naufragaron en ese compromiso y ganaron el siguiente para colocarse a uno de su campeonato 11, no pudieron ganar uno más ni completar la travesía tan exitosa y casi perfecta en ese torneo hasta entonces.
Después de esa campaña las cosas para Chirinos cambiaron, al igual que su estatus tanto en los eléctricos como en los Estados Unidos, se consolidó en ambos lados, incluso arribó a Las Mayores, hasta que llegó un juego de la pretemporada antes de arrancar la temporada 2011-2012 y Robinson fue golpeado en la muñeca izquierda por un envío del pitcher Yorman Landa, que en paz descanse, que lo fracturó y le impidió jugar en esa zafra. Luego vinieron lesiones de otra índole como contusión en la Gran Carpa y también rumores de cambio a los Caribes de Anzóategui en el certamen 2012-2013 por Carlos Zambrano, a lo cual la gerencia deportiva navegante gracias a Dios no accedió, mientras el cátcher trataba de recuperarse y ser el mismo de la 2009- 2010, pero las actuaciones de Jesús Flores, Carlos Maldonado y Francisco Cervelli, respectivamente, le impedían tener el tiempo de juego necesario para tal efecto. Hasta que llegó la competición 2013-2014, especialmente el todos contra todos y el 2 de enero de 2014, Chirinos estaba nuevamente en el home bucanero como hacía precisamente cuatro años donde sólo el campeonato quedó pendiente, y los jonrones de Robinson volvieron a aparecer y en Universitario ante el eterno rival y por el jardín izquierdo. https://www.youtube.com/watch?v=vMUR01iWDP0
Y el turno que Chirinos había dejado pendiente y esperando cuatro años antes, apareció, también en cuarto juego, pero esta vez en la final 2013-2014 y en el estadio Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz, fue en la alta del noveno episodio, Navegantes y Caribes, llegaron empatados a cero y Robinson la sacó por el jardín derecho, con dos compañeros en bases, para poner arriba a los filibusteros 3-0 en la pizarra, mismo marcador con que dominaban la serie en ese entonces y que parecía darle a los marinos su título 12, su tercer bicampeonato en su historia y segundo gallardete por barrida. https://www.youtube.com/watch?v=EwNJiLl5_Bw https://www.youtube.com/watch?v=E7Y1eeGab2c
Recuerdo que mientras Chirinos recorría las bases, me arrodillé en la sala de mi apartamento y alcé los brazos al cielo, agradeciendo a Dios, quizás inspirado por quien corría las almohadillas y también ante la oportunidad de ver a los Navegantes coronarse en cuatro juegos y tratar de compensar la barrida que recibimos en la 1992-93 de las Águilas del Zulia. También tal vez por no despertar a la familia, aún mi esposa me dice que le hubiese gustado ver ese momento. Imagino y supongo lo que pasaba por la mente del recorrido triunfal de Robinson en ese momento y espero preguntárselo, cuando tenga la oportunidad de entrevistarlo. Si bien la reacción de Caribes impidió la coronación ese día.
Chirinos y los Navegantes, completaron la tarea dos días después, con jonrón de Robinson incluido. Tras lo anterior Chirinos ganó más tiempo de juego en el Big Show y se ausentó del Magallanes hasta la campaña 2016-2017, donde volvió a conectar otro jonrón en eliminatoria como los 10 de la 2009-2010 y fue ante los Tigres de Aragua en Valencia para poner arriba a los turcos 1-0 y romper un no hit no run, como dicen popularmente. Pero otro pelotazo en la muñeca como el de antes de la 2011-2012 y como el de la Serie del Caribe 2013-2014, volvió a bajar a Robinson de la nave y espero no lo haya hecho para siempre, ya que Chirinos viajó a Estados Unidos a revisarse del pelotazo con la aparente promesa de regresar porque al parecer no era tan grave, lo cual no sucedió, aparentemente por el tema del no pago de un pasaje, aunque también se rumora del apoyo y la solidaridad del receptor con “El Almirante”, bajado del barco para esas fechas y también de la supuesta preferencia de Jesús Sucre en la posición dos. Lo que habría llevado a Robinson a ser colocado en el mercado de cambios, desde entonces, ha sido detalle el confesado amor y sentimiento de Chirinos por los Navegantes del Magallanes y su ser magallanero.
José Alfredo Otero (@JAOteroM / ADN Magallanero @ADNMagallanero).
Foto: Elio J. Miranda