A continuación, una nueva entrega de qué es, qué fue y que será de la vida del magallanero en esta oportunidad: César Díaz, uno de los jugadores de los Navegantes del Magallanes de los 90.
De seguro de los catchers de los Navegantes del Magallanes de los 90, en especial entre el 94 y el 97 se acuerdan de Clemente Álvarez y Raúl Chávez, pero en particular también me acuerdo de César Díaz, de quien recuerdo especialmente su ofensiva, un jonrón que le pegó a Richard Garcés y de sus lesiones, todo eso y más recordó César para la sección qué es, qué fue y que será del magallanero.
Firma y debut con Magallanes
En el año 90 tenía 16 años cumplidos y firmé con los Mets de Nueva York, Gregorio Machado fue el scout que me firmó junto con Junior Román, y ese mismo año fui a la Liga Instruccional como invitado y de regreso firmé con Magallanes (el 22 de noviembre de 1990) y por eso fue que debuté tan tarde y los próximos 10 y 11 años que estuve en el béisbol fui a la Liga Instruccional entonces siempre regresaba entre el 1 y 10 de noviembre a Venezuela.
En el Caracas – Magallanes (26 de noviembre de 1990) estaba pitchando Omar Daal que es un gran amigo mío también y como en el séptimo inning el señor Oswaldo Olivares, yo caí muy bien en el equipo porque era el jovencito de 16 años, mucha propaganda de que había firmado por mucho dinero me acuerdo que fuero 57.000 dólares creo fue el mejor contrato de ese año en toda Venezuela creo que Wilson Álvarez y Ander Perozo estaban por ahí también en esas cantidades.
Oswaldo Olivares era el primer bate del equipo, el veterano junto con Williams Magallanes, Gilberto Roca, estaba Clemente (Álvarez), Iván Arteaga, Benito Malavé, era catcher, siempre fui un buen trabajador, era mi primer año de novato, me trataron muy bien y en ese Caracas – Magallanes, Oswaldo Olivares estando en el área de prevenido, yo venía entrando al dogout y estaba sentado, se quitó el casco y me dijo anda para que batees y debutes.
Y efectivamente sin ningún tipo de preparación me puse un casco agarré un bate, creo que tenía dos bates que me habían dado los Mets en la Liga Instruccional y me fui a agarrar un turno, Omar Dall y yo nos enfrentamos en los Juegos Nacionales Juveniles antes de firmar me imagino que fue en el 89 y habíamos tenido un encuentro bien importante, y en un juego abierto me tiró, en un turno que no fue relevante, cinco curvas, me ponché, le di dos foul, después nos sonreímos porque él dijo “tú a mí no me vuelves a batear”.
Eso fue lo rápido que llegué de la Liga Instruccional y automáticamente de fiebruo me fui de una vez al estadio y el señor Mijares (Rubén) me dijo “usted no va a la Liga Paralela, usted se queda aquí”, de hecho, no creo que no había una Liga Paralela sino era en San Cristobal, y me dejaron ahí por muchos años sin yo bajar a la Liga Paralela, que buenos recuerdos.
Entre los catchers del Magallanes de los 90
Cuando yo llegué al Magallanes en el 90 el segundo catcher era Clemente, Raúl (Chávez) en ese momento no era catcher era tercera base y shortstop con los Astros de Houston, estaba como infield y no lo habían convertido en catcher todavía, estaba Wakamatsu (Don), Clemente y Gilberto Roca, como del 90 al 92 estuvo un americano traían me acuerdo de Wakamatsu y otros (Scott Servais y Eddie Taubensee), la fórmula era un americano y los segundos catchers eran Gilberto Roca y Clemente Álvarez.
Yo era el catcher de bulpen, a veces me daban turnos y quechaba los últimos innings cuando el juego estaba abierto, en el primer año agarré tres o cuatro turnos (tres), normalmente cuando estábamos de viaje en Maracaibo o en Cabimas ahí participaba, pero siempre estuve en el equipo grande compartiendo para mí fue un año espectacular, viajé, fui a todos los road trip porque me mantenía en el bullpen atendiendo, aprendiendo porque ese fue el mensaje que aprendí de los Mets el primer año que era quechar bullpen.
Estaba Lester Straker me acuerdo de abridor, Ramón García, aprendí muchísimo de ellos, Julio Franco, Edgar Naveda, Johnny Naveda, había muchísimos peloteros de los cuales aprendí demasiado como catcher de bullpen, siempre jugaba.
Catcher ofensivo
Sí, era de los catchers ofensivos de la Nave Turca, yo creo que en el 94 cuando Dave (Hudgens) quedó como interino que era de Houston también él me puso a jugar por encima de Clemente y de Raúl y yo empecé a batear, eso fue en noviembre, me llamó y me dijo “César te voy a poner a jugar”.
El jonrón a Richard Garcés con Magallanes
Eso fue otro turno, Richard Garcés y yo somos de Maracay, para nosotros era un ídolo porque fue uno de los primeros que firmó y tuvo un éxito en Grandes Ligas, eso fue parecido a un turno, no le habían dado jonrón según me dijo él mismo “a mí no me habían dado jonrón en la liga” o algo así, entonces el vino a cerrar el juego, pero no creo que fue un juego cerrado, él vino a cerrar el juego para poner el brazo en forma o tenía varios días sin pitchar.
Alfredo Guadarrama
El gran y la mejor persona a nivel de gerencia que fue mi amigo el señor Alfredo Guadarrama conmigo era como un padre para mí y para muchos los que estaban en el Magallanes, y él a nivel laboral siempre me mantenía económicamente entre los mejores como si fuera jugador de todos los días, pero, además, de eso a todos nos atendía muy bien, yo llegaba siempre en noviembre y no tenía que ni discutir contrato con Guadarrama porque estábamos demasiado en línea.
Estoy demasiado agradecido por sus consejos, sino que llegaba y le decía Guadarrama un apartamento o algo así, le decía yo agarré 500 turnos, yo juego cuando me necesiten yo vengo para acá nada más a prepárame y hacer mis cosas, pero en el 96 como tuve la lesión en el Spring Training, ese año agarré 150 turnos y no pude jugar toda la temporada entonces vine directamente a hablar con el señor Guadarrama, igualmente fue a Instruccional para tratar de agarrar turnos.
Me lancé para Venezuela y le dije a Guadarrama, Alfredo necesito jugar ya, ya yo sabía que podía competir a cualquier nivel porque tenía mi experiencia yo no exigía nada porque Clemente y yo éramos amigos y en ese caso me daban más turnos a lo mejor en ese año Clemente ya no juga en Estados Unidos, él me dio mi contrato, firmamos y ese mismo día que llegué de hablar con Alfredo estaba jugando Lara y el difunto Omar Malavé era el mánager.
Omar me pregunta “César cómo estás tú”, estoy bien, tuve una lesión a principio de temporada, pero voy a jugar aquí en Venezuela, entonces Omar me dijo “necesito un catcher con el Lara porque no tengo el catcher se lesionó”, me meto donde Guadarrama y le digo el Lara me está pidiendo, cámbiame, haz algo y Guadarrama como siempre consintiéndome me prestó al Lara y jugué mucho, fue una buena temporada, nos eliminó Caracas en el Universitario, fue donde agarré más turnos.
Accidente desastroso
Otra vez Guadarrama, cuando escucho que yo estaba en Venezuela me dijo “lo que tú quieres y necesites”, y para ese tiempo existía la residencia de Magallanes que estaba en una Urbanización que se llama La Alegría cerca de la avenida Bolívar, una casa muy bonita que tenía Magallanes ahí donde pernoctábamos Juan Franciso Castillo, Freire (Alejadro), en un momento estuvo Carlos Guillén, Edgar Ramos, Luis Raven, Clemente, después estuvo Manacho (Oscar Henríquez), Donaldo Méndez, una casa bien chévere, la pasamos muy bien ahí, tenía mi espacio, yo iba era de vacaciones.
Cuando estuve en Duniden yo tuve un problema con un coágulo de sangre el cual no me permitía jugar en Venezuela, yo estaba tomando una pastilla de nombre Cumadin que era un diluente de sangre, hice mi tratamiento, estaba alejado de todo, pero estaba entrenando y jugando.
En ese momento en ese año fue que tuve el accidente desastroso que me dañó el codo y el humero me lo partió, yo sin haber firmado ni nada me fui a Caracas con Juan Carlos Pulido que en paz descanse, el pitchó esa noche contra el Caracas y Magallanes le ganó al Caracas y clasificamos por esa temporada eso fue en el 97, eso fue un jueves y el viernes, sábado y domingo el equipo se fue a Puerto La Cruz, pero ya clasificado.
El Magallanes era Menudo en Puerto La Cruz en el Oriente
Yo me fui para allá a divertirme un rato con Juan Carlos y aparte de echar broma porque Magallanes era Menudo en Puerto La Cruz en el oriente nos conocían a los que jugaban a los que no jugaban lo que estaban en doble A, a todo el mundo conocían, disfrutaba muy bueno la fanaticada oriental.
El día viernes o sábado creo que Clemente se lesionó le dieron un pelotazo en la mano o fue Raúl, alguien se lesionó y yo estaba practicando, hacía lo que iba a ser, estaba en el roster, me salía para el doguot disfrutando del juego, Alfredo Guadarrama me llamó “César necesito que firmes y que hagas esto, necesito que juegues”.
Le digo mira Alfredo yo no puedo jugar porque ya yo firmé con Toronto, y tengo un contrato, si tú quieres llámate a mi agente que era Peter Greenberg y él se encarga de todo que hable con la gente de Blue Jays y si ellos me dan el permiso, en ese momento se hablaban de unos seguros que pagaba el equipo de Venezuela para asegurar tu contrato entre el equipo americano y Venezuela.
Ellos hablaron ese mismo sábado, el domingo me llama Guadarrama y m dice “tienes que estar en la clínica La Viña a la siete, ocho de la mañana que te van a hacer los exámenes para que el seguro te cubra”, porque los exámenes eran por el Cumadin que estuviera bien para que ellos pagaran el seguro para yo poder empezar a jugar.
Ya Juan Carlos y yo teníamos planificado irnos el lunes de regreso a Caracas y yo empecé a forzar a Juan Carlos, vámonos el domingo porque tengo compromiso con Guadarrama y sabes que a Guadarrama no le voy a quedar mal, además, yo quería jugar porque sabía que estaba en unas condiciones excelentes.
Prácticamente obligué a Juan Carlos en irnos porque yo era muy disciplinado y no me gustaba quedar mal, desafortunadamente pasó el accidente a Juan Carlos afortunadamente no le pasó nada, pero a mí se me partió el brazo de una manera horrible, en Caucagua me atendieron de ahí me mandaron a las Clínicas Caracas de ahí a Valencia.
En Valencia fue donde el doctor Ojeda me atendió de maravilla básicamente me salvó el brazo me lo dejó de una manera espectacular que a los dos años jugué con Lara y bateé jonrones, firme de nuevo con los Mets otra vez y tuve un Spring Training fabuloso con ocho jonrones hice todo lo que tenía que hacer, pero mi brazo no funcionaba.
Mets de Nueva York
Para los Mets de Nueva York yo era catalogado como un prospecto de proyección y desde el primer día, primer año yo firmé en el 90 y como uno firmaba después de julio dos, yo no jugué temporada regular en el año 90, pero sí fui a la Liga Instruccional y del 90 al 97 fueron ocho instruccionales seguidas por eso es una de las razones por las cuales yo llegaba a Venezuela tarde, duraba una semana en la casa y me iba al Magallanes a practicar.
Nunca estaba en el Opening Day no venía a buscar puesto con Clemente y Raúl, normalmente tenía entre 350 y 400 turnos en mis primeros cinco años de juego, entonces ellos me mantenían en instruccional haciendo cualquier cosa, también desde mis primeros años pasaron lesiones que me retardaron un poco, los dos primeros años fueron excelente subí rápido a una clase A fuerte, ahí me lesioné un hombro, pero eran lesiones deportivas te jalabas un musculo de la pierna, el brazo.
Entonces ellos me protegían, me bajaban, me dejaban entre una y tres semanas como protegiendo de que estuviera bien de que no me fuera a lastimar porque había hecho muy buenos números y muy buenas proyecciones en tema de la Rookie como era tan disciplinado con mi trabajo y tan familiar con todo los Mets me trataron muy bien.
En el año 96 tuve una lesión bastante fuerte, en el 93 fue mi primer entrenamiento de Grandes Ligas, me invitaron y fue todo seguido hasta el 96, ese año estuve hasta el último día porque lo receptores Todd Hundley y otro que venía de Atlanta que le quechaba a Maddux también tuvieron una lesión, uno se lesionó la muñeca a otro se le murió el papá, creo que el mánager era Dallas Green, hubo un tema que me lesioné la rodilla con una jugada de práctica de passed ball.
Después que queché bullpen en un early work como a las siete de la mañana a las nueve tenía la rodilla que no la aguantaba se me partieron los meniscos, al día siguiente a la una de la tarde me estaban operando en Nueva York, cuando llegué a Florida yo supuestamente iba a quechar ese Opening Day no porque yo iba a quedar en el equipo grande sino porque no había catcher y me tocaba quechar ese día o una semana ahí mientras llegaban los caballos.
Pero bueno me pasó eso en la rodilla y me tuvo en Florida, ya yo había jugado la Floria State League y yo iba para la doble A en Binghamton, New York, pero me tuve que quedar en la Florida y repetí la Florida State League, pero en este caso la rodilla se me arregló como en junio.
De los Mets a Toronto
En el 96 que era mi año de protección y los Mets no me protegen en el roster de 40 sino en el de doble A o triple A, pero como juego con Lara y me fue tan bien los reportes a Toronto llegaron y resulta que me agarraron en la regla cinco, pero de Ligas Menores, los Mets no me meten en el roster porque pensaron que no me iban a ver de hecho me lo dijeron después por teléfono, porque no pensaron que yo fuera a jugar en Venezuela.
En ese momento Omar Malavé era el mánager de triple A de Toronto de los Blue Jays y había lineamientos ahí que los peloteros de Lara ellos tenían muy buena relación, cuando voy a Toronto tuve un Spring Training súper espectacular porque ya estaba más completo profesionalmente ya sabía lo que estaba haciendo ya había pasado por varias lesiones ya tenía mucha experiencia ya había dominado muchas cosas, desafíos que uno en sus diferentes niveles.
Con Toronto ese año arranque muy lento porque me dejaron otra vez en la Florida State League que era mi tercer año, pero siempre con mentalidad proactiva de ganador después me subieron para doble A, se acabó la temporada y me llamaron y me ofrecieron un contrato garantizado de 50.000 dólares en triple A y el sueldo mínimo en Grandes Ligas era de 175.000 dólares y ya con cierta experiencia me invitan a Instruccional otra vez, pero con la idea de verme para firmarme para que fuera el catcher de ellos del futuro. El catcher que tenía delante era Benito Santiago. Firmé con ellos y me dejaron en Duniden, Florida.
Al servicio de Peter Greenberg
Mo forma de ser es de servir de ayudar a los demás entonces yo veía a un pelotero en doble A, en clase A y llamaba a Peter y lo conectaba y su mensaje hacía mí fue “César tú me has recomendado a mí 10 peloteros y todos están en Grandes Ligas, tú tienes algo que a mí me gustó y como estás lesionado a mí me gustaría intentar que fueras mi representante en Venezuela y aprendieras con nosotros como agente porque nos hace falta alguien que nos maneje Venezuela y Estados Unidos y que sepa de béisbol”.
En ese tiempo Peter era abogado y su hermano era financiero solamente eran ellos dos y la secretaria, le dije yo necesito intentar una vez más jugar béisbol porque ahí cerraría yo mi etapa, pero no me quiero quedar sin intentar, yo voy a Venezuela a trabajar para ti este medio año allá en el 99 la temporada 99-2000 como agente, así entrenó, bateó con cualquier equipo uno podía practicar.
Estaba en Tampa me voy a Venezuela ya como agente, cuando llegó a Venezuela estaba César Izturis, Johan Santana, Endy Chávez, Darwin Cubillán, Carlos Hernández, me convertí en agente, pero con mi visión y mi manera de ser y firmé a todos esos Grandes Ligas en tres meses.
Jonrón a Magallanes
Cuando firmé a Izturis me encuentro a Emilio Carrasquel, era el gerente deportivo de los Cardenales de Lara y me dice: “César cómo estás tú, necesitamos un catcher en el Lara si estás listos, ¿te puedes ir con nosotros después del juego?”, me fui con ellos, allá me pusieron en un hotel, estaba Edgar Naveda, tuve como dos o tres días, me escautearon para ver cómo estaba yo y me firmaron.
Cuando voy a jugar mi primer juego después de la lesión, después de tener dos años sin jugar, luego de tener el brazo que no servía, todo el Magallanes que me vio con mi brazo dañado no creía que yo iba a jugar más pelota, mi primer turno contra los Navegantes del Magallanes en Barquisimeto estaba pitchando Carlos Hernández un zurdo que era de Houston y estaba quechando Clemente y en el primer pitcheo jonrón por el center left.
Yo no sé cómo yo le di la vuelta a eso cuando yo pasé por todos lados vi a Edgardo, vi a todos los que estaban ahí y cuando llegó a home veo a Clemente con los ojos aguados y abrazándome y dije guao, y Clemente me dice en la oreja “hermano yo pensé que tu más nunca ibas a jugar pelota”, igual que Carlos Gracía, para mí fue espectacular eso.
De nuevo con los Mets
En ese ínterin del invierno firmo con los Mets de Nueva York y eso fue para mí un éxito muy grande porque la lesión mía fue terrible, nadie se imaginaba que yo iba a lanzar pelota, pero el brazo me empezó a molestar y ya yo sabía como a la tercera o cuarta semana del Spring Training no voy a poder competir como yo quiero y sabía que el béisbol no va a ser esa cosa con la cual yo venía desde niño.
Era compañero de Melvin Mora ese fue el año que llegó a Grandes Ligas y se quedó, estaba en Taiwán vino a Orlando los Mets lo invitaron a Spring Training y gracias a Dios se quedó en Grandes Ligas y no bajó más nunca que bueno, éramos compañeros de cuarto y yo me quedé no me fui con ellos y me retiré, los Mets me ofrecieron trabajo como pelotero y coach en triple A, ellos conmigo clase aparte como siempre.
Pero ya yo venía trabajando con Peter Greenberg, me interesaba mucho la parte administrativa porque en ese momento en la parte deportiva no manejábamos estudios sino solamente el inglés y a mí me gustó siempre crecer en la parte intelectual, tomé la decisión me quedé en Florida con Peter trabajando y empecé a crecer, a firmar peloteros, ya teníamos clientes.
Firmas como agente
Ahí firmé a José Reyes y me convertí en agente tuve con cinco o seis años con Peter donde crecimos bastante, él se convirtió en el número uno de los latinos, Bob Abreu, de mi parte mi trabajo con Peter fue a nivel internacional como representante en Ligas Menores y después en Grandes Ligas, estaba Ugueth Urbina, Freddy García, Carlos García, en los principios estaba Juan Francisco Castillo, Richard Hidalgo, Raúl Chávez, teníamos alrededor de 70 clientes, y así fui creciendo.
En el invierno
Tenía que estar en Venezuela full time desde octubre hasta febrero atendiendo y reclutando clientes igual en República Dominicana, ahí crecí y aprendí muchísimo, después llegaron Omar Dall, Roger Cedeño, Roberto Petagine en Japón, tenía que ir tres veces al año a visitar los clientes con Peter y Edward.
Un representante más grande
Empezaron para mi muchas cosas en Venezuela, un representante más grande porque empezaron a crecer los muchachos económicamente, terminé comprándoles casas, carros, haciéndoles negociaciones, promociones y endoso, eso me llenó mucho de conocimiento y de ganas de aprender.
Johan Santana
En el 2007 Johan Santana me llama y me dice “César quiero que trabajes conmigo y para mí”, y una de las metas mías era llegar a esos niveles, ya habíamos hablado y nadie sabía en Venezuela que él estaba negociando con los Mets de Nueva York ese bono grandioso que tuvo, él sabía lo que le venía y sabía que yo manejaba Nueva York porque la compañía de Peter Greenberd fue siempre basada allá.
Él sabía que necesitaba a alguien de mano derecha en Nueva York y que le representara en Venezuela y eso fue lo que sucedió, firmó por ocho años, estuvimos ese tiempo juntos, crecimos, vivimos tantas cosas en Nueva York, aprendí muchísimo porque estaba día a día en ese ambiente neoyorquino de Grandes Ligas donde viajé por todos los estadios con el equipo e interactué con grandes peloteros como Pedro Martínez, Carlos Delgado, Beltrán (Carlos), Henry Blanco y el Kid Rodríguez. Juegos de Estrellas.
En Venezuela para las cosas personales de Johan era su agente, hicimos negociaciones con Regional como por cuatro o cinco años de contrato donde hicimos propagandas espectaculares, representamos en La Chinita, hicimos tantas cosas que pasaron buenísimas, aprendí mucho de negociación con eso. Y al final de su carrera le pasaron esas lesiones, empezó su decadencia en el béisbol muy temprano y decidimos ya no trabajar juntos.
Academia en Venezuela
Basado en esas relaciones me asocié con una persona y monté una academia en Venezuela que era lo que yo quería, siempre he querido generarles a nuestros talentos una información que sea más allá del béisbol y me he dado cuenta que falta ese complemento, por eso estoy armando que genere un impacto más social más cultural para que ese pelotero, ese niño soñador llegue a ese nivel no sea el béisbol su único enfoque sino que sea un desarrollo moral, personal que le genere ser un buen pelotero, con la intención raíz mía basada en el servicio, para que pueda haber un beneficio de impacto general, de comunidad no de una academia, una metodología en la cual se pueda generar un conocimiento una base a los entrenadores y padres.
El contenido que quiero generar más que todo información que no sea de crítica, formar una metodología que pueda lograr que el pelotero sepa cómo manejarse en los primeros momentos de su carrera que son tan importantes no tanto físico y deportivo sino económico de disciplina de autoconocimiento esas herramientas blandas que te hacen ser alguien exitoso como persona que tengas confianza en ti y que te sepas manejar dentro y fuera del terreno.
Antes de ser un buen pelotero tienes que ser un buen ser humano un buen ciudadano entonces si yo logró llevar y educar a través de ese mensaje vamos a tener muchos mejores peloteros, coaches, muchas mejores academias y ya en ciertos niveles cuando necesitas esas herramientas morales de principio de valores que es cuando realmente el béisbol te las pide no las tiene y ya es tarde, y también porque todos no van a llegar.
José Alfredo Otero (@JAOteroM / ADN Magallanero @ADNMagallanero).
Imagen: Diego Otero.
Vídeo: Diego Otero.
Las cosas que pasan en Magallanes después de ser campeón de la 2021-2022