Lunes 26 de noviembre de 2018
Ciudad de México
José Alfredo Otero / @jaoterom
ADN Magallanero / @ADNMagallanero
Desde que recuerdo que escucho los juegos de los Navegantes del Magallanes por radio es la voz que narra la mayoría de los juegos de los turcos y que pitcheo a pitcheo y jugada a jugada nos describe las acciones de los eléctricos y que mejor día para conversar por primera vez con Carlos Feo en ADN Magallanero y caerle a preguntas como él hace con sus entrevistados en La Hora Magallanera que el día de su cumpleaños. Espero la disfruten tanto como él nos confesó lo hizo y como nosotros también lo hicimos.
¿Cuántos años cumples?
51 años
¿Cuántos de esos con los Navegantes del Magallanes?
25 con el Magallanes, la mitad de mi vida.
Un cuarto del centenario.
También, en un equipo con tanta historia, tradición, oyentes, seguidores, una religión el equipo Magallanes y he tenido la fortuna de estar en 25 de los 101 años, eso es una bendición.
Y en la mitad de los campeonatos del navegante en la LVBP.
En eso también me siento afortunado sobretodo el que más recuerdo la historia de la final aquella con Cardenales de Lara de la 95-96 tiene tantas anécdotas, cuentos y todavía, que se convirtió en algo realmente mágico.
¿El Magallanes de los 90?
Cuando hablas del Magallanes de los 90 con cualquiera desde Álvaro hasta El Almirante, Edgardo, Richard Hidalgo, Iván Arteaga, Tapón Hernández o Alejandro Freire, sencillamente los ojos se le iluminan, pero la mejor definición del Magallanes de los 90 me la dio Freire: “Nosotros estábamos juntos en el terreno de juego, jugábamos juntos, estábamos juntos en el club house, comíamos juntos, salíamos juntos, el problema de uno era el problema de todos”.
Y parece imposible que un equipo así se repita.
Completamente de acuerdo José Alfredo. Eso no es muy fácil que pueda repetirse una generación el Magallanes de los 90.
¿Qué dices de Moisés Gómez?
Estábamos casi a nivel de desesperación durante las primeras dos semanas cuando no estaba en el lineup, pero si nos fijamos de lo que ha venido haciendo es un pelotero cinco herramientas, además, es muy humilde, muy tranquilo y muy trabajador.
¿Recuerdas un talento similar en el Magallanes?
Richard Hidalgo, se me parece a él cuando comenzó su carrera y ya sabemos lo que fue Richard en el béisbol.
¿Cómo arribaste al Magallanes?
Humberto Acosta que en aquel momento era comentarista del Magallanes junto a Dámaso decidió que por sus compromisos con el diario El Nacional dejar de trabajar con el equipo, entonces, Juvenal González me dijo “mira muchachito tu vas para el circuito de Magallanes. Tu eres bueno no le tengas miedo al éxito y de ahora en adelante eres comentarista del equipo con mayor cantidad de seguidores en Venezuela los Navegantes del Magallanes, confío en tu talento y esto no lo estaría haciendo sino considerada que eres la personal ideal para ocupar ese cargo”.
¿Qué recuerdas de esa primera campaña?
Estaba muy asustado, no lo podía creer, comentaba tres innings y no habían pasado dos o tres semanas y Dámaso y yo trabajamos mitad y mitad a petición del propio Dámaso. Recuerdo los nervios que tenía.
¿Extrañas a Dámaso?
Claro, nunca había estado en una temporada sin Dámaso, incluso antes de llegar al Magallanes, y terminó siendo narrador por él. Beto decidió no seguir en el circuito de Magallanes e iban a buscar otra persona ya en Radio Caracas Radio y Don Carlos Tovar Bracho me llama y me dice “nosotros no vamos a buscar narrador el narrador aquí eres tú”. Y como no extrañarlo.
¿Te costó el cambio?
Sí, fue complicado por la cantidad de comerciales del circuito de los Navegantes del Magallanes, incluso dije cómo voy a narrar el jonrón si todos están inventados.
Entonces ¿cómo diste con el allá va?
Empecé no sé en qué momento ni cómo, pero empecé con el se va, se va cuadrangular y dije no éste ya está, hasta que salió que no se cómo, pero salió y dije esta no la tiene nadie y creo que puede ser algo que le guste a la gente y nunca la he cambiado.
¿Qué significa y representa ser la voz del Magallanes?
Es algo que tiene una magnitud sencillamente impresionante y es una gran responsabilidad porque al final termino siendo los ojos de los magallaneros de la mayor fanaticada beisbolera del país sin duda. Y es una de mis principales satisfacciones.
¿Quién te inspiró a ser comentarista?
El más grande de todos los tiempos Carlitos González. Siempre fue uno de mis grandes ídolos y la vida me premió haciendo un programa con él. Dentro del medio terminó inspirándome. En mi entorno familiar mi papá, quien en su mesa de noche lo que hay son las reglas de béisbol, además, toda mi familia es netamente beisbolera.
¿Qué recuerdas del arribo de Oscar Azócar al Magallanes justo un 26 de noviembre?
Fue algo increíble porque llegó por un pelotero que en una época en que Magallanes no ganó era uno de los favoritos de la afición, pero Azócar terminó siendo el cuarto bate del equipo Magallanes que le ganó la primera final a los Leones del Caracas, entonces Azócar buen amigo que Dios lo tenga en la gloria también dejó su legado y escribió una página muy interesante en su pasantía por los Navegantes.
¿Un juego inolvidable del Magallanes un 26 de noviembre?
Uno que nos metieron un no hit no run Josmil Romero en Maracay, recuerdo ese juego porque Luis Rivas dio un infieldhit y Carlos Guillén sacó un palo y Lew Ford jugando centerfield con los Tigres saltó la barda y la agarró y el juego se acabó y el anotador oficial cambió el batazo de Rivas y lo colocó como error y prácticamente no hubo celebración porque la gente se estaba yendo del parque.
¿Qué sientes te hace falta por hacer en el Magallanes y en tu carrera?
Estar frente al micrófono para narrar un título del Caribe, siempre he soñado con eso, narrar el último inning el último out y pegar el grito de Magallanes campeón por tercera vez en la Serie del Caribe. Y ver a mi hija menor María Andreina graduada de periodista deportivo y transmitir algún juego con ella darle la bienvenida en un canal de televisión a una estación de radio verla iniciar su carrera eso sería el colofón de mi carrera.
Tu mensaje para los magallaneros.
Apoyen el equipo en las buenas y en las malas. El pelotero siente eso.
Foto: Youtube.